Reforma integral de ático en edificio de principios del siglo XXI. El punto de partida fue un espacio con volúmenes creados de manera artificial, sin ningún hilo conductor, que pretendía un juego de luces que se había materializado en oscuridad completa para varias piezas de la vivienda. El proyecto se inicia con el objetivo de la eliminación de la frontera entre el interior y el exterior, todas las estancias comunican directamente con la terraza a través de grandes ventanales que desaparecen por completo cuando alcanzan su máxima apertura. Se pretende que el jardín esté dentro de la casa, una vinculación constante con la naturaleza. En la intervención, se retiran los volúmenes existentes de distintos materiales y se pican los diferentes niveles de suelos para permitir una hoja en blanco sobre la que transformar el espacio. La vivienda se divide mediante un muro curvo en zona pública, compuesta por la cocina-comedor y el salón, y zona privada, dormitorio y baño, sin olvidar que su centro es la terraza, donde todos se abren. Los materiales escogidos son refinados. Suelo continuo de microcemento de una tonalidad verde ceniza. Baño de piedra caliza, con piezas diseñadas y ejecutadas a medida. Mismo material que el empleado para la terraza y su jardín. Paredes de color claro y carpintería lacada en el mismo tono. Radiadores de diseño italiano. Cocina de madera de nogal macizo. En esta propiedad se cuidó mucho el proyecto de paisajismo, para disfrutar de multitud de variedades vegetales, que van cambiando de color con el paso de las estaciones. El otro punto fundamental que la reforma debía resolver eran las altas temperaturas que alcanzaba el inmueble en verano. El confort térmico fue resuelto mediante un aislamiento mixto de extrusionado y lana mineral en el falso techo y en el trasdosado de las paredes; unos vidrios con su correcto espesor, control solar, cámara de gas argón y persianas motorizadas; un toldo mecanizado que permite cubrir la terraza en toda su extensión e impide que el sol incida directamente sobre la carpintería; una vegetación que actúa de regulador natural térmico y un sistema de climatización con diferentes zonas climáticas. La toma de decisiones se realiza en colaboración con la propiedad para conseguir materializar sus necesidades e intereses en la vivienda y obtener la mejor versión posible. El resultado, un espacio donde la naturaleza y la luz están presentes en cada rincón.